Julio de 2005

Días después de la masacre del día 7 y tras otro atentado fallido, la policía londinense disparó a matar contra un individuo sospechoso de portar una mochila con explosivos. Dicho individuo -Jean Charles de Menezes- recibió siete balazos en la cabeza a consecuencia de los cuales falleció al instante. El problema es que De Menezes no era un suicida y no llevaba bomba alguna. Sin embargo, los ingleses -según las últimas encuestas- apoyan mayoritariamente la medida de disparar a matar cuando se sospeche que se trata de un terrorista suicida. Para abrir el debate he seleccionado el punto de vista de Haim Watzman: Cuando te toca disparar primero. (Publicado en THE NEW YORK TIMES el 28/07/05 y reproducido por EL MUNDO al día siguiente). Seguir leyendo ...

«El ansia de una interpretación de la historia está tan arraigada que, si no tenemos un enfoque constructivo del pasado, somos arrastrados al misticismo o al cinismo.» Sir Maurice Powicke (Conferencia en la toma de posesión de la cátedra Regius de Historia Moderna en Oxford, 1929).

Si la inclusión de los «derechos históricos» no levantó crítica alguna en la propuesta de Estatuto valenciano, un acuerdo entre Esquerra Republicana (ERC) y Convergència i Unió (CiU) sobre la misma cuestión ha provocado un serio enfrentamiento de dichos grupos con el PSC-PSOE. En concreto, dicho acuerdo consiste en añadir la frase «En virtud de la actualización de los derechos históricos de Cataluña se incorpora a a la Generalitat..." a varios artículos que hacen referencia a competencias.
En ambos casos debemos preguntarnos a qué derechos históricos se aluden con tanta alegría. O dicho de otra manera, cuándo paramos el reloj histórico. Resulta evidente que todos los nacionalismos lo detienen cuando más les interesa sin caer en la cuenta que las estructuras políticas y sociales, en un momento o en lugar concreto, quedan explicadas por las condiciones históricas del momento y del lugar. Convertir aquéllas en valores absolutos y suprahistóricos es un error monumental. El contenido práctico de estos absolutos como la igualdad, la libertad o los derechos civiles y políticos varían de un período a otro y, por tanto, no puede reclamarse para ellos una objetividad más allá del alcance de la historia. El problema no es tanto la utilización del reloj histórico como el intento mismo de levantar un punto de referencia concreto y concederle un valor absoluto con el que medir el presente.
En segundo lugar, conviene destacar el objetivo fundamental de estas propuestas, a saber, proteger «su» propiedad y evitar futuras reformas estatutarias que puedan recortar las actuales competencias. El pueblo, como soberano de su futuro, pasa a segundo plano cuando se corre el peligro de que aquél tome decisiones contrarias a las defendidas por los nacionalistas. Por contra, la «voluntad del pueblo» se convierte en el argumento fundamental cuando se postula la independencia. Esto tiene un nombre: cinismo.

FUENTE: Suplemento Babelia (23 de julio de 2005). Texto y enlaces por Josep M. Sarriegui.

Internet ha creado un territorio paralelo en el que autores y lectores de novela negra intercambian sus experiencias con una pasión inexistente en otras ramas literarias. Relatos inéditos, guías de películas o agendas de encuentros sobre el género.

  • gangsterera.free.fr: La Gangsterera es una revista virtual pionera en la difusión de la novela negra. Novedades editoriales, relatos inéditos, agenda de actos, entrevistas y análisis son algunos de sus contenidos.
  • http://balacera.blogia.com/: Organizada como un weblog, es una agencia de noticias sobre literatura negrocriminal que se nutre de una red de corresponsales en varios puntos del planeta.
  • www.negraycriminal.com/: "Somos lectores de género y lo reivindicamos con orgullo", señalan en Negra y Criminal, la página web de esta librería barcelonesa consagrada a esta literatura.
  • www.semananegra.org/: La página web de la Semana Negra de Gijón ofrece noticias sobre el género, información sobre certámenes y autores.
  • : Novelpol se define como "una lista de discusión sobre novela policial en todas sus vertientes". Se trata de un foro de animado debate, en el que las diversas corrientes (clásica, purista, intergeneralista, fusionista...) se afanan en la defensa de su visión del género.
  • : Brigada 21, asociación para la difusión de la novela negra ha inaugurado en su web una sección dedicada a divulgar relatos y cuentos cortos. A partir de las listas creadas por relevantes personajes del género, está creando un canon que pueda servir de referencia.
  • : Directorio de web, así como el resto de secciones sobre cine y novela de género negro, de la biblioteca La Bòbila de L'Hospitalet (Barcelona). Reseñable su dossier sobre el Primer Encuentro Europeo de Novela Negra que tuvo lugar en enero en la capital catalana, con su homenaje a Vázquez Montalbán incluido.
  • www.uam.es/departamentos/filoyletras/earabes/alharaca/invierno2000/norteafricano.html: El género negro como reflejo de transformaciones sociales, en este caso a través del análisis del papel de la inmigración, especialmente la norteafricana, en la novela policíaca española a partir de 1975.
  • www.magicdragon.com/UltimateMystery/index.html: Guía en inglés con más de 3.000 sitios web dedicados a la literatura de misterio.

Si el 11-S abrió el debate multicultural y propició cambios en la forma con que los inmigrantes eran percibidos en las democracias occidentales, ahora, tras los atentados en Madrid y Londres, son las políticas de integración multicultural las que han pasado al primer plano informativo. La homogeneidad cultural en Europa Occidental ha dado paso a sociedades heterogéneas donde coexisten diferentes tradiciones culturales provenientes de Asia, África, América Latina y otras partes de Europa. Pero antes de lanzarnos al debate convendría airear la confusión reinante en la que parecen nadar los «expertos», en especial los defensores del relativismo cultural y los etnocentristas.

El relativismo cultural es un principio que afirma que todos los sistemas culturales son intrínsecamente iguales en valor y que los rasgos característicos de cada uno tienen que ser evaluados y explicados dentro del contexto del sistema en el que aparecen. Así, ante cualquier análisis cultural adoptan una perspectiva emic con el fin de explicar y justificar los elementos conductuales. El siguiente ejemplo (Harris, 1998:133) demuestra la importancia entre el conocimiento de tipo emic y el de su opuesto, el tipo etic: "En el distrito de Trivandrum del estado de Kerala, en la India meridional, los agricultores insistían en que nunca acortarían deliberadamente la vida de uno de sus animales, que nunca lo matarían ni lo dejarían morir de hambre afirmando así la prohibición hindú contra el sacrificio del ganado. Sin embargo, entre los agricultores de Kerala la tasa de mortalidad de los terneros es casi el doble que la de las crías que son hembras. De hecho, el número de hembras de 0-1 años supera al de los machos del mismo grupo de edad en una proporción de 100 a 67. Los mismos agricultores son plenamente conscientes de que los segundos tienen más probabilidades de morir que las primeras, pero atribuyen la diferencia a la relativa «debilidad» de los machos. «Los machos -suelen decir- enferman más a menudo.» Cuando se les preguntó cómo explicaban esta propensión, algunos sugirieron que los machos comían menos que las hembras. Finalmente, varios de ellos admitieron que los terneros comían menos porque sólo se les permitía permanecer unos pocos segundos junto a las ubres de las madres. A nadie se le ocurrió afirmar que, dada la escasa demanda de animales de tiro en Kerala, se decide sacrificar a los machos y criar a las hembras. La perspectiva emic de la situación es que nadie, consciente o voluntariamente, acortaría la vida de un ternero. Una y mil veces los agricultores aseguraban que todas las crías, independientemente de su sexo, tenían «derecho a la vida». Pero la dimensión etic de la situación es que la proporción de sexos del ganado se ajusta de un modo sistemático a las necesidades de la ecología y la economía locales mediante un «bovicidio» preferencial de los machos. Aunque no se sacrifican los terneros indeseados más o menos a la mayoría se los deja morir de hambre." Como aquí se muestra, la utilización exclusiva de uno u otro enfoque produce resultados parciales. Tan solo su combinación permite aprehender la realidad en su conjunto.

En el otro extremo se encuentra el etnocentrismo o creencia que nuestras propias pautas culturales son siempre naturales, buenas, hermosas o importantes, y que los extraños, por el hecho de actuar de manera diferente, viven según patrones salvajes, inhumanos, repugnantes o irracionales. (Harris, 1998:125). El corolario es una evidente intolerancia hacia las diferencias culturales.

El debate sobre el multiculturalismo debe renunciar a estos dos extremos y caminar hacia el modo de compartir los valores y las instituciones democráticas. Si han servido para dar respuesta a múltiples intereses e ideologías, bien podrían servir para integrar culturas e identidades diversas. Eso sí, manteniendo como premisa irrenunciable que el respeto a otras «culturas» acaba justo donde comienza la ley y los derechos individuales.

[HARRIS, M.: Introducción a la antropología general, 1989]

Durante mucho tiempo el movimiento internauta en general y algunos gurus en concreto han invadido la red con proclamas, manifiestos y provocaciones varias con argumentos que, desde el punto de vista jurídico, carecen de valor. Ahora, sin embargo, rectifican el camino iniciado y comienzan a plantearse en serio el problema. Pero claro, el sectarismo y la mediatización de los medios de comunicación tradicionales también afecta, aunque no guste reconocerlo, a la Red. Si de verdad quieren conocer el e-Derecho les invitó a la casa de Pedro. Encontrarán allí una defensa con sólidos argumentos de lo que, hasta hace muy poco, se tildaba de herejía.

En los últimos días hemos contado con los inestimables comentarios de Francisco Veiga, profesor titular en la Universidad Autónoma de Barcelona, sobre el fenómeno terrorista aunque su especialidad vaya por otros derroteros, en concreto, por Europa Oriental. De hecho, acaba de abrir una bitácora dedicada a uno de los sucesos más trágicos de la reciente historia europea: Sebrenica, ciudad donde, en 1995, las tropas serbio-bosnias dirigidas por el general Ratko Mladic ejecutaron a miles de civiles.

Afortunadamente el nuevo atentado en Londres no ha provocado víctimas aunque no podamos decir lo mismo en Iraq. Allí la población civil sufre los efectos de un terrorismo practicado por los grupos insurgentes a los que, todavía hoy, algún medio de comunicación los llama «resistencia». Pero hoy no toca hablar de ello (en los últimos días he dedicado varios comentarios al terrorismo pero no volveremos a él en tanto en cuanto no tenga preparado un artículo en el que se aborde en profundidad esta cuestión).
Hoy prefiero escribir sobre algunos episodios bastante curiosos. Por un lado, el presidente del Congreso -Manuel Marín González- se ha disculpado ante los ciudadanos por la «pobre imagen» que a veces transmite la Cámara. Hacía referencia a la sesión de la Diputación Permanente celebrada ayer miércoles, 20 de julio de 2005. Sin embargo, el único acontecimiento digno de mencionar fue el empeño de un diputado del PP -Echániz Salgado- por continuar su intervención aun cuando había agotado su tiempo. Un tiempo que previamente habían decidido acortar los propios grupos parlamentarios por el cuantioso orden del día. También se dedicaron los habituales exabruptos y descalificaciones mutuas. Nada ajeno, por tanto, a la práctica diaria en el Congreso o en el Senado. Por contra, sí resulta vergonzoso el comportamiento de Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y Rafael Hernando (PP). La lengua viperina del primero es de sobra conocida pero en este caso -al acusar a Hernando de «fingir» por las muertes en el incendio habido en Guadalajara- se encontró con la desmedida reacción de aquél -poco les faltó para llegar a las manos-. Doy por sentado que Rubalcaba desconocía el estado anímico de Hernando, el cual acababa de asistir al entierro de uno de los miembros del retén muerto en el mencionado incendio y, como es fácil de imaginar, no estaba para insultos. Ahora bien, no podemos bajo ningún concepto disculpar su comportamiento al tratarse de un representante del pueblo y actuar bajo esa condición. Y a Rubalcaba, espero que le sirva de lección y abandone definitivamente su «estilo» oratorio.
No dejamos España o, mejor dicho Galicia, para celebrar la despedida de Fraga por todo lo alto: blindaje de cargos y adjudicación de canales de televisión. Aquí nos viene muy bien el refrán «donde las dan, las toman»: si el PSOE regala un canal «en abierto» a sus amigos del Canal+, Fraga no iba a ser menos y se dispone a dejar atada y bien atada la televisión digital gallega. Más controvertida es la medida que estudia el gobierno en funciones gallego para consolidar los destinos y el rango administrativo de más de un millar de funcionarios que accedieron a la Administración por libre designación. La treta no es novedosa y, de hecho, hablamos de una práctica muy común en la administración española: primero se adjudica una plaza por libre designación y posteriormente se reconvierte a «funcionario» mediante diferentes subterfugios. Veremos en qué queda todo finalmente.

La carrera emprendida por las distintas Comunidades Autónomas para actualizar sus respectivos estatutos se parece, cada vez más, a la de los autos locos, aquella serie de dibujos animados en la que los pilotos intentaban ganar el título de «Piloto Más Loco del Mundo». Aunque el debate político se centra en el Estatuto de Cataluña, una rápida ojeada al valenciano nos muestra hasta qué punto los políticos han perdido el rumbo. En la exposición de motivos puede leerse, por ejemplo, lo siguiente: Es necesario que a través de la recuperación de «Los Fueros del Reino de Valencia» recupere también nuestra Comunidad la dignidad perdida como consecuencia de la abolición llevada a cabo por la injusta promulgación del Decreto de 29 de junio de 1707. Por eso mismo el desarrollo legislativo de las competencias de la Generalitat procurará la recuperación de los contenidos de los Fueros del Reino en plena armonía con la Constitución Española. Si tanta relevancia tienen dichos fueros, tal vez deberíamos los aragoneses ir pensando en reclamar aquellas tierras pues, no en vano, fue Jaime I -dueño y señor de la Corona de Aragón y conquistador de Valencia- quien creó de derecho el Reino de Valencia cuando en 1239 tuvo a bien otorgarles la Costum. Código legal éste que, al año siguiente y con adiciones, se convertiría en los Furs o Fueros de Valencia.
Pero dejemos a un lado tales referencias históricas porque, en realidad, no conducen a ninguna parte y detengámonos en un asunto de máxima actualidad. Me refiero en concreto al agua y a la regulación de las cuencas ya que, según se desprende del texto, los valencianos tienen «derecho» a los excedentes que les plazca: [..] Igualmente, se reconoce el derecho a la redistribución de los sobrantes de agua de cuencas excedentarias atendiendo a criterios de sostenibilidad (Art. 17.1). El recurso al pleonasmo (sobrantes - excedentarias) no les libra de su pecado ya que, según la Constitución española, el Estado tiene competencia exclusiva sobre la legislación, ordenación y concesión de recursos y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una Comunidad Autónoma (Art. 149).
El Estatuto valenciano se ha presentado como modelo respetuoso con la Constitución y ejemplo de «construcción nacional» pero recordar viejos privilegios -¡derogados en 1707!- e invadir las competencias exclusivas del Estado no parece el mejor camino. Si éste es el modelo a seguir, ya me dirán ustedes qué pensar del nuevo estatuto catalán. No se molesten en buscar la versión en español porque sólo está disponible en catalán y tampoco se sorprendan por ello. Son los mismos que propusieron doblar al catalán las páginas web de los organismos oficiales y, al mismo tiempo, derogaron hace un mes la normativa de 1996 sobre el uso del catalán en la Televisión y Radio autonómica catalana para sustituirla por otra que gustosamente hubiera firmado cualquier totalitarista que se precie de ello. Los entrevistados sólo podrán contestar en español de forma «excepcional y motivada», los e-mail, cartas, SMS, ... serán traducidas y leídos en catalán y «es donarà prioritat a la presència dels convidats d'expressió lingüística catalana». Y volvemos de nuevo a la Constitución española: El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla (Art. 3.1) y los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social (Art. 14).

No es mi intención exponer un análisis detallado de los sistemas políticos en los países musulmanes porque, entre otras razones, existen estudios ya realizados que pueden servirnos perfectamente. Probablemente, uno de los más completos es el confeccionado por la organización Freedom House: el último publicado es del año 2005 y aporta datos muy interesantes. Como aquí nos interesan los países musulmanes, me he tomado la libertad de señalar en la tabla por países los que pertenecen a la Organización de la Conferencia Islámica. El resto de comparativas pueden leerse en la página dedicada al mencionado informe. Aunque hacen referencia al informe publicado en el año 2004, es también interesante el mapa que muestra gráficamente el grado de libertad en todo el mundo y el apartado donde se puede buscar información por países.

Las conclusiones son más que evidentes: la implantación de la democracia en los países musulmanes no sólo no avanza sino que retrocede en algunos de ellos (Afganistán, Comoros, Egipto, Guinea-Bissau, Jordania, Malasia, Marruecos, Níger, Qatar y Turquía). Para quien no se fíe de este informe puede recabar datos de la ONU, en concreto del Human Development Report que ofrece una herramienta muy útil para este menester.

Quienes abogan por democratizar las sociedades musulmanas deberían tener en cuenta que éstas no comparten nuestros modelos políticos y sociales. Sirva de botón de muestra las críticas realizadas por los países musulmanes a la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y la sustitución de ésta por otra propia en 1990 (!), la llamada «Declaración Universal de los Derechos Humanos en el Islam». En ella destacan principalmente las continuas referencias a la sharía -fuente ingente de desigualdades- aunque curiosamente muchas de ellas se omiten en la versión francesa e inglesa y varias expresiones han sido convenientemente edulcoradas. Además, muchos capítulos finalizan con la expresión restrictiva «a menos que la sharía no disponga algo distinto». Tal es así que, por ejemplo, cuando Arabia Saudí se adhirió a la «Convención sobre los derechos del Niño» y a la Convención internacional para la eliminación de todas las modalidades de discriminación racial emitió una reserva: que las cláusulas de los tratados no contradijeran la ley islámica. Y no es, ni mucho menos, el único caso. ¿Se imaginan ustedes que al final de los artículos de nuestra Constitución se incluyera «a menos que la Biblia no disponga algo distinto»? También deberíamos preguntarnos si admitiríamos bien en el preámbulo, bien en sus disposiciones finales alguna referencia al Derecho Canónico como el contenido en los artículos 24 y 25 de la Carta musulmana: «Todos los derechos y los deberes estipulados en esta declaración están sujetos a los preceptos de la Sharía islámica» y «La Sharía Islámica es la única fuente de referencia para la aclaración o interpretación de cualquiera de los artículos del presente documento». Mucho me temo que nuestros valores occidentales, especialmente los laicos, no pueden exportarse al mundo musulmán así sin más. Enfrentadas o no, Occidente e Islam son dos civilizaciones muy distintas, cuando no opuestas, en creencias, valores y derechos.

La historia del terrorismo alcanza a la Antigüedad pero nos limitaremos a nuestra era, la contemporánea, para ilustrar el uso del terror por parte de los Estados. Dejamos a un lado el «terror local» ejercido por determinados Estados en su propio ámbito territorial para centrarnos exclusivamente en lo «internacional». Por supuesto, no es una lista detallada pero nos da, creo yo, una imagen general de la cuestión::

  • La Operación Cóndor (Latinoamérica): durante la década de los setenta los mandatarios de las brutales dictaduras que por entonces imperaban en el Cono Sur (Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile y Bolivia) pusieron en marcha esta operación para sembrar el terror entre las filas opositoras. Fue algo así como un «espacio común» por donde los servicios de inteligencia se movían a sus anchas con la finalidad de secuestrar o asesinar a cuantos se oponían a dichos regímenes. Aunque EEUU no se involucró directamente, la CIA apoyo y financió este tipo de terrorismo.
  • EEUU y URSS:
    Durante el período conocido como Guerra Fría la política de disuasión alejó el fantasma de una confrontación directa pues ambos «imperios» eran conscientes de una destrucción mutua si aquélla se producía. No obstante, no cejaron en su empeño de intervenir en terceros países con el fin de generar inestabilidad política. Para alcanzar sus objetivos no dudaron en apoyar a numerosos grupos terroristas.
    EEUU patrocinó, por ejemplo, varias operaciones encubiertas en distintas naciones sudamericanas, africanas, asiáticas y europeas. En América del Sur ya hemos visto su participación en la Operación Cóndor. En Europa los servicios secretos norteamericanos estuvieron detrás de la llamada red de signo reaccionario conocida como «gladio». Esta red, inicialmente apoyada por la CIA, la OTAN y varios países europeos, fue creada para hacer frente a una eventual invasión soviética pero después reorientó su estrategia y los partidos comunistas asentados en Europa Occidental se convirtieron en su objetivo preferido. Las interrelaciones entre las distintas operaciones fueron frecuentes y, por ejemplo, el dinero recaudado por EEUU por la venta de armas a Irán a mediados de los años ochenta fue a parar a los guerrilleros que, por entonces, intentaban desbancar el régimen sandinista nicaragüense.
    Aunque menos conocido, no por ello fue menor el patrocinio de la URSS y sus satélites a otros tantos grupos terroristas. El colapso del bloque soviético y la desclasificación de numerosísima documentación han permitido que en los últimos años se ventilara públicamente abundante información al respecto. Así, dirigentes comunistas de varios países soviéticos -URSS, Checoslovaquia, Hungría y Rumanía principalmente- junto a otros de procedencia árabe organizaron una trama de acogida, formación y aprovisionamiento de grupos terroristas alemanes, japoneses, palestinos y armenios. También se conocen ahora las estrechas relaciones del KGB y la Stasi con casi todos los grupos terroristas que actuaban en Europa Occidental, incluidos el IRA y ETA. Por otra parte, este apoyo fue públicamente reconocido en 1990 por destacados dirigentes como Vaclac Havel, primer presidente electo de Checoslovaquia tras el hundimiento del régimen comunista, o Peter Michael Diestel, por entonces ministro del Interior de la  ex República Democrática Alemana.